La inversión de impacto está transformando la manera en que destinamos nuestro capital. No se trata solo de ganancias financieras, sino de impacto social y medioambiental positivo como objetivo principal.

En este artículo exploraremos sus principios, ejemplos reales y cómo puedes sumarte a esta tendencia global.

¿Qué es la inversión de impacto?

La inversión de impacto se define como aquella en la que el inversor persigue intención explícita de generar cambio, alineando resultados financieros con beneficios sociales y ambientales.

La Global Impact Investing Network (GIIN) establece que estas inversiones buscan un retorno económico, social o ambiental de forma simultánea. A diferencia de los enfoques puramente ESG, aquí el impacto no es una consecuencia fortuita, sino el corazón de la estrategia.

Posicionamiento en el espectro de inversiones

Este tipo de inversión se ubica en un punto intermedio entre la filantropía y la inversión tradicional:

• Filantropía tradicional: Apunta exclusivamente al impacto, sin esperar retorno financiero.
• Inversión de impacto: Combina objetivos de cambio social con rentabilidad ajustada al riesgo.
• Inversión tradicional: Solo busca maximizar el beneficio económico sin considerar impacto.

Características clave según el GIIN

Cuatro elementos esenciales definen estas inversiones:

Intencionalidad: Contribuyen de forma deliberada a soluciones sociales o ambientales.

Medición de impacto: Remarcan el compromiso de medir, reportar y auditar el impacto con marcos estandarizados.

Rendimientos financieros: Buscan, al menos, la devolución del capital, pudiendo alcanzar tasas de mercado ajustadas al riesgo.

Clases de activos: Se pueden canalizar a través de renta fija, capital privado, bonos, fondos temáticos y más.

Sectores y áreas de enfoque

Esta disciplina abarca múltiples desafíos globales. Entre los sectores prioritarios destacan:

• Agricultura sostenible
• Vivienda asequible
• Atención médica accesible
• Cambio climático
• Energías renovables
• Inclusión financiera
• Educación y tecnología limpia
• Desarrollo comunitario y conservación

Al invertir en estas áreas, los proyectos pueden escalar soluciones efectivas a problemas urgentes.

Estrategias e instrumentos de inversión

Existen diversas vías para canalizar tu capital hacia el impacto:

• Empresas sociales: Invirtiendo en compañías cuya razón de ser es resolver retos sociales.
• Bonos verdes y sociales: Deuda emitida para financiar proyectos ecológicos o de inclusión.
• Fondos temáticos: Cartera diversificada en energías limpias, agricultura responsable o salud.
• Microfinanzas y crowdfunding: Apoyando pequeñas iniciativas que generan cambio local.

Tipología de inversores

La inversión de impacto moviliza a actores muy variados:

• Gestoras de fondos
• Entidades financieras
• Fundaciones y ONG
• Inversores particulares
• Fondos de capital privado

Datos y cifras del mercado

En 2023, la inversión de impacto social y ambiental creció un 26% respecto al año anterior, superando los 1.500 millones de euros en financiación.

La parte de capital privado, gestionada por 18 gestoras, alcanzó 1.151 millones de euros, con un aumento del 32% en activos bajo gestión.

Alineación con los Objetivos de Desarrollo Sostenible

Más que un interés pasajero, la inversión de impacto se alinea con los ODS de la ONU, convirtiéndolos en una hoja de ruta para asignar capital.

Por ejemplo, la acción por el clima promueve asignaciones a energías renovables y edificios ecológicos, mientras que la igualdad de género motiva proyectos de inclusión.

Ejemplos de iniciativas y fondos

Existen fondos y proyectos que ilustran el poder transformador de esta disciplina:

Cómo empezar con tu inversión de impacto

Dar el primer paso puede ser tan sencillo como definir tus prioridades. Identifica una causa que te apasione y busca instrumentos financieros alineados con ella.

Asesórate con profesionales especializados y revisa los marcos de medición de impacto: así garantizarás que tu capital genera el cambio deseado.

Recuerda que, al combinar rentabilidad ajustada al riesgo con objetivos sociales, estás contribuyendo a un futuro más justo y sostenible para todos.

La inversión de impacto no es solo una tendencia, sino una revolución financiera que invita a cada persona a ser protagonista del cambio.